martes, 21 de diciembre de 2010

POSITIVO Y NEGATIVO

Ante cualquier hecho que se nos presenta tenemos la opción de que lo sucedido se convierta en una situación que nos permita construir o podemos recibirlo como una tragedia que afecta nuestras vidas y descontrola nuestra perspectiva y nuestra vida. Hemos venido aprendiendo con el tiempo que que las circunstancias que se nos presentan son calificadas como buenas y malas, pareciera que dentro de las opciones no es posible una calificación distinta a ellas, por ejemplo ninguna de las dos, podríamos llamarlas ¨son ¨, ¿Es posible no calificarlas y aceptarlas como vienen, como son?
Un hecho positivo pareciera ser una alternativa que sentimos nos favorece, claro está que esta es mi óptica pero ¿Qué pasará si ello afecta a otro? ¿Será positivo para él? Esto me recuerda el ejemplo de aquel que cruza desprevenido sin fijarse que los vehículos pueden golpearlo y por no hacerlo un conductor se estrella contra un edificio ocasionando daños y lesiones a él mismo. Para el peatón, lo sucedido fue un milagro, un hecho positivo, no le pasó nada, para el conductor todo un desastre, sus lesiones personales lo dejarán incapacitado y después deberá responder por los daños ocasionados a los bienes de otros y su vehículo.  El hecho es positivo ¿Para quién?
También puede haber una óptica positiva del ejemplo anterior para el conductor, al reflexionar sobre lo sucedido, decidirá aceptar que lo sucedido ¨fue´ y que como tal tiene de positivo que en vez de lo sucedido todo pudo ser peor, pudo morir en el accidente y bajo esta perspectiva lo sucedido fue positivo, seguramente se dirá ¨Gracias a Dios no paso más¨ podremos decir que la actitud que tomemos ante las situaciones dirán de que magnitud son, por lo tanto podríamos decir que es posible optar por que lo sucedido no es positivo o negativo, es.
Introducir dentro de nuestras vidas una visión diferente, con certeza nos permitirá vivir una vida más amable, cuando aceptamos las cosas como nos vienen, cuando retomemos la felicidad, recibiendo de la vida lo que sembramos no más, dando de lo que nos es vital no de lo que nos sobra. Es cierto que el mundo físico en el que nos desenvolvemos no siempre se adecúa a nuestros deseos, es por ello que las relaciones y las situaciones pueden ser pasajeras y dependen en gran medida de nosotros mismos, estaremos de acuerdo en que si una situación causa resquemor y duda  será inevitable ir en la búsqueda de nuevas perspectivas más alentadoras, porque lo que no podemos esperar es que los demás cambien, ellos están en lo suyo y su estado de comodidad es posible que así permanezca, el cambio vendrá de nosotros si deseamos crecer.
Nuestra actitud proactiva y positiva ante las situaciones determinará  el rumbo de nuestros sentimientos, acciones e intenciones.
Namasté,
Gabriel Orozco Gutiérrez
Santo Domingo, Diciembre 21 de 2010

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